domingo, 14 de diciembre de 2014

Las semillas de la vida



Diversos mitos de los pueblos del norte  de los Andes hablan de una divinidad llamada Sibu, que tenía el poder de crear humanos y animales a partir de meras semillas



Chaquitaclla con un aríbalo encima utilizadas en las ceremonias de la fertilidad de la  tierra.
Cerámica Cultura Chimú  ( Perú )
Museo de América ( Madrid - España) 


Sibu encomendó el cuidado de sus preciosas semillas al dios Sura, pero tan pronto como éste se dio la vuelta, Jabaru se hizo con ellas y se las comió. 
Más tarde, cuando Sura regresó, Jabaru lo degolló y lo enterró en su mismo palacio. 
Al cabo de cierto tiempo, el pérfido Jabaru regresó a la tumba de Sura  y se encontró en ella a Sibu junto a una mata de de cacao y otra de calabaza que habían crecido allí. 
Al verlo, Sibu lo saludó y le pidió amablemente que le ofreciera una bebida de cacao elaborada con los granos de aquella mata. 
Jabaru llevó entonces varios granos a sus esposas para que le preparasen la bebida utilizando la dura corteza de la calabaza como recipiente.  Cuando regresó Sibu insistió en que bebiera él primero, cosa que hizo sin pensárselo. 
El fruto de Sura tenía un sabor muy bueno, pero de repente el vientre empezó a dolerle y se hinchó sin parar hasta explotar, arrojando al suelo las semillas de Sura. 
Sibu, que quería que Sura viviese de nuevo, le devolvió entonces las semillas de donde un día nacerían los humanos y los animales que habrían de poblar la Tierra.  
Museo de América ( Madrid - España)


Cultura Moche
Museum of Natural History, Chicago
( foto de Internet ) 

Las semillas de la vida 
Mitología  - C. Scott Littleton


Comparto un  vídeo  de los Hermanos Zañartu,  donde se muestra un arco iris de razas y culturas que existen en el Perú - ( Rainbow of races ) - . Una bonita canción criolla.  En el vídeo se puede ver imágenes de las tres ventanas de Machu Picchu








viernes, 15 de agosto de 2014

“Los nueve monstruos” César Vallejo


Y,desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor, dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente. 





Y,desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor, dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa,
en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética
Jamás tanto cariño doloroso, jamás tan cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tanta frente de la frente
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.
Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rousseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas
a la hora del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre, y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.
El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar...
Pues de resultas del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (Son los más).
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver el pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tanto cajón,
tanto minuto, tanta
lagartija y tanta
inversión, tanto lejos y tanta sed de sed !
Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?
¡Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.

1937