"Los Portadores de la Antorcha" de Ana Hyatt Huntington |
En la ciudad de Madrid, existe una escultura poco conocida por los visitantes de la ciudad y, posiblemente por los mismos habitantes de la capital.
Se trata de la escultura “Los portadores de la antorcha”, obra realizada por la artista estadounidense, Anna Vaughn Hyatt Huntington (1876- 1973) quien decidió donar su creación a la Villa de Madrid.
En este breve post, voy a contar la historia que rodea a una singular escultura que ha cumplido un año más, el pasado 15 de mayo, en su actual ubicación, convirtiéndose así en un testigo mudo en la ciudad de Madrid, durante 65 años.
Ubicación
“Los portadores de la antorcha” se encuentra en la Plaza Ramón y Cajal, en la Ciudad Universitaria, de la ciudad de Madrid, cerca de la estación de metro del mismo nombre, rodeada de las facultades de Medicina y Farmacia.
La esposa de Francisco Franco, Carmen Polo fue la encargada de inaugurarlo a primera hora de la tarde del día domingo 15 de mayo de 1955, en un acto enmarcado por las fiestas de San Isidro. En la inauguración estuvieron presentes numerosas personalidades, entre las que destacaba en primer lugar, el embajador norteamericano John Lodge y, un representante del matrimonio Huntington.
El monumento iba a ser colocado en el Parque del Retiro, pero finalmente por el significado de la obra, se decidió situar e instalarla en la Ciudad Universitaria ante las facultades de Medicina y Farmacia, un escenario que correspondía con la idea de perpetuar, relevar y, transmitir el conocimiento.
"Los Portadores de la Antorcha" de Ana Hyatt Huntington
Biografía de la artista
Anna Vaughn Hyatt Huntington ( nace en Cambridge, Massachusetts, el 10 de marzo de 1876 - fallece en Redding, Connecticut, 4 de octubre de 1973) fue una escultora estadounidense, conocida por sus obras escultóricas ecuestres.
Anna era la pequeña de los tres hijos de Alpheus Hyatt, un profesor de paleontología y zoología de la Universidad de Harvard, y Aduella Beebe Hyatt, una pintora de paisajes. Por la influencia de su padre, aprendió el respeto y la admiración por los animales, sobre todo por los caballos 🐎y, de parte de su madre, su pasión por el arte 🎨.
Fue en la granja de su familia, donde empezó su fascinación y entusiasmo por los caballos, pero también por otros animales, a los que comenzó a modelar en arcilla, al principio solamente como una ocupación de entretenimiento, porque se preparaba para ser una violinista profesional, estudios que mantuvo hasta los diecinueve años.
Anna empezó a estudiar el arte de la escultura en Boston de la mano del escultor Henry Hudson Kitson y, pronto se marchó a Nueva York para seguir formándose con otros artistas de renombre. Sin embargo, Anna prefería la observación directa de los animales que ella ansiaba inmortalizar que el estudio academicista; por ese motivo, decidió abandonar las cuatro paredes de los estudios de arte y pasó largas horas en el Zoo del Bronx.
Anna Vaughn Hyatt iba a los zoológicos para observar las formas de los animales que luego los dibujaba en su estudio, a través del arte de la escultura, pero fue el caballo su gran pasión e inspiración en muchas de sus obras.
Sus primeras esculturas ecuestres fueron aclamadas por la crítica, iniciándose un largo camino artístico que duraría hasta los últimos años de su longeva existencia. Durante aquellos años, Anna Vaughn Hyatt, compartió estudio y trabajo con otras conocidas escultoras, como Abastenia Saint Leger Eberle.
Anna se convirtió en una artista escultora experta en la representación animal, pero, entre sus obras también destacan una estatua ecuestre de Juana de Arco, expuesta en París en el año 1915. Otra de sus creaciones más conocidas, es la estatua ecuestre de José Martí, situada en Central Park, Nueva York, desde el año 1950.
En el año 1923, Anna Vaughn Hyatt, conoció en la Sociedad Hispánica de Nueva York, donde se estaba organizando una exposición de esculturas, a Archer Milton Huntington, quien era un rico heredero del ferrocarril y, que dedicaba gran parte de su tiempo a obras altruistas, relacionadas con la cultura hispánica, por la que sentía un gran interés personal e intelectual. Se casaron el 10 de marzo, del mismo año en el estudio de Archer.
Archer Milton Huntington, fue quien inculcó en Anna, el interés y la inspiración artística en la cultura hispana y, a partir de esta nueva etapa en su vida, realizó obras como la escultura del Quijote y, otra del Cid Campeador, que fue donada a Sevilla.
La escultora Anne Hyatt también, fue la encargada de realizar la escultura de los "Portadores de la Antorcha", un trabajo de gran realismo que tiene como objetivo simbolizar el relevo generacional de la sabiduría y, el conocimiento a través de una escena, que representa el momento en el que un hombre muy agotado por la carrera que ha realizado, cede en un último y heroico esfuerzo, la antorcha a otro hombre ( o un jinete ) subido a lomos de un hermoso y fuerte caballo.
Anna y Archer vivieron en una casa, a las afueras de Nueva York, donde crearon un zoológico, para continuar estudiando la anatomía animal. Posteriormente, donaron los animales a la ciudad de Nueva York y, se trasladaron a Redding, Connecticut, lugar donde Anna Vaughn Hyatt Huntington, continuó modelando sus creaciones de escultura hasta pocos años antes de su muerte, en el año 1973, a los 97 años.
Ana Hyatt Huntington
Obra de Ana Hyatt Huntington
Juana de Arco de Ana Hyatt Huntington
Diana de Ana Hyatt Huntington
Abastenia Saint Leger Eberle, conocida escultora y compañera de estudio de Ana Hyatt Huntington
Ana Hyatt Huntington
Importancia histórica de la escultura: vínculo entre la escultura y, la vida del hombre
“Como la arquitectura y la pintura, la escultura hunde sus raíces en las primeras acciones del ser humano.Cuando comience la historia, el desarrollo que experimentará la escultura será espectacular, pero, en cierta medida, ya todo estaba allí”. ( César Vidal )
Es indudable que los egipcios demostraron un notable talento escultórico , presente en todo el legado que ha perdurado a través del tiempo, a pesar de los saqueos, conflictos y guerras. Así como tampoco se puede ser indiferente a las artes plásticas de la milenaria y, misteriosa cultura sumeria, que ya realizaban notables y extraordinarias estatuillas, unos dos milenios antes de Cristo.
No se puede olvidar y, abandonar, como borrar y anular de nuestra memoria histórica, (intencionado o no ) el patrimonio cultural que dejaron los asirios, que a pesar de haber sido un pueblo muy guerrero ( muchas veces, muy crueles ) alcanzaron cotas difícilmente superables en el terreno de los bajorrelieves, como podemos ver en las escenas de caza de Asurbanipal.
Sin embargo, la cúspide de la escultura antigua se logra en Grecia, pues en los siglos V y IV a. J.C., la escultura se convierte en un arte de una asombrosa belleza, donde la figura humana, como tema principal, es reproducida en todo su esplendor. Se puede mencionar una larga lista de esas obras que han dejado huella, en la historia del arte, como el Apoxiomeno de Lisipo, el Trono Ludovisi, El Niño de la oca de Boetas, El Galo moribundo, la Victoria de Samotracia o el Laooconte son cumbres del arte escultórico que, ocasionalmente , con el paso del tiempo, se han realizado obras semejantes o casi similares, pero nunca superadas.
La conquista de Grecia por los romanos, significó la absorción ( como así ha sido, casi siempre en la historia...) de la cultura griega, sin embargo, no fue una absoluta sumisión de sus moldes artísticos. Como así señala el escritor César Vidal : "es cierto que los romanos no siguieron tampoco sus precedentes etruscos, como el de La quimera del Museo de Florencia , pero al mismo tiempo supieron imprimir su personalidad en obras como la estatua del Orador del Museo Arqueológico de Florencia y, sobre todo, en realizaciones de carácter imperial como el Augusto Prima Porta, los relieves del Arco de Tito en Roma, la Columna Trajana, también en Roma, o la magnífica estatua ecuestre de Marco Aurelio".
La Edad Media fue una etapa en su principios, vacía y carente de imágenes y creaciones artísticas escultóricas, debido, sobre todo, a la influencia del judaísmo en el cristianismo, _ya que sobre el pueblo judío pesaba la prohibición de realizar imágenes y rendirles culto
(Ex. 20,4)_ que no dejó en la fase inicial de su historia, un legado cultural del arte de la escultura. Se tiene que esperar hasta la segunda mitad del siglo IV para encontrar el sarcófago de mármol de Junio Basso ( c. 359, Grutas Vaticanas , Roma), donde están representadas diez escenas bíblicas, sin embargo, las imágenes cristianas no tienen presencia cultural hasta bien avanzada la Edad Media y, manifestándose con fuerza, en la escena histórica- cultural , las primeras expresiones artísticas _de este tipo_, en entornos de procedencia de los pueblos bárbaros ( convertidos al cristianismo ) o bizantino.
La transformación del arte de la escultura en la Edad Media, ocurrió con el estilo románico, cuando las esculturas se convierten en un elemento principal pedagógico para el Cristianismo, pero, a pesar de la belleza del arte románico, la cima de la escultura medieval se dio con el gótico, un estilo que buscaba de manera creciente reproducir la realidad", señala César Vidal.
El Renacimiento es la etapa del anhelo de retornar a los éxitos del mundo clásico. marcando en el arte de la escultura diversas manifestaciones; a continuación surge el manierismo que fue un tipo de escultura que se caracterizaba principalmente, por el uso copioso de artificios. Posteriormente dio paso al arte Barroco, que en España su máximo representante fue Alonso Berruguete.
Con el paso del tiempo, se ha querido retornar al arte clásico, como pasó en la segunda mitad del siglo XVIII y que fue la fuente de inspiración , del estilo neoclásico. Un ejemplo es Perseo con la cabeza de Medusa de Antonio Canova , escultor italiano que se inspiró en el Apolo de Belvedere para realizar su obra escultórica.
A finales del siglo XVIII, se abre camino el Romanticismo, un tipo de escultura que iba más bien en contra del estilo clásico y neoclásico, porque se pretendía tener como fuente de inspiración las emociones humanas y los ideales individuales de su tiempo, como el arco de triunfo de París, donde sobresale por su belleza artística el conjunto escultórico conocido como la Marsellesa, de François Rude.
Posteriormente, surge la escultura moderna en el siglo XIX y, uno de los máximos representantes es el escultor Auguste Rodin, sin embargo, no se aleja totalmente de las influencias del Arte Clásico.
Llegó el siglo XX , y el arte de la escultura se desintegró en diferentes estilos y escuelas, como la biomórfica, el cubismo, el constructivismo o el dadaísmo. Según algunos críticos del arte escultórico, a partir de la década de los sesenta, la escultura dio señales de agotamiento y, que actualmente se halla sumida en una profunda crisis creativa de la que no parece que existan señales de escape...
Para finalizar, no se puede ser indiferente con América _el nuevo mundo_ y de otros lugares descubiertos en tiempos más modernos; no hay duda que hasta la actualidad impresionan las diferentes y variadas esculturas realizadas en la roca y, en otros materiales, representando figuras humanas, animales, seres antropomorfos, la naturaleza, dioses, etcétera, y cuyo significado y simbolismo ( de su tiempo ) sigue siendo un misterio en la Arqueología, Antropología, Geología, y en otros campos de estudio.
Ángel de la sonrisa
Catedral de Reims- Siglo XIII
Templo Viejo de Cultura Chavín ( Culturas Pre- Incas)
Áncash - Perú
Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú
Lima - Perú
Contexto social e histórico en España
Un aspecto muy importante que hay que tener en cuenta, es el clima político en el país en ese tiempo. Pues en el año 1953 se firmó un tratado entre España y los Estados Unidos de América, el cual significó el final del aislamiento diplomático español, la presencia en la península de organismos internacionales y la reactivación de las relaciones comerciales y militares entre los dos países.
Pero, además del significado político y económico que tuvo este acuerdo, cabe destacar que las instituciones estadounidenses en España alcanzaron también una notable visibilidad en la sociedad civil, sobre todo, en las principales ciudades como Barcelona y Madrid, un ejemplo de esta nuevas relaciones diplomáticas, fue la ciudad de Barcelona, donde se propició la creación del Instituto de Estudios Norteamericano, y en el año 1954 se patrocinó e impulsó una semana cultural americana.
Datos y características de la escultura
Ana Hyatt Huntington estuvo trabajando en este proyecto entre 1950 y 1954, al que bautizó, en un primer momento, The Torch ( La antorcha ). En el año 1955 dona su obra a la ciudad de Madrid, que se encuentra en la plaza de Ramón y Cajal, en el campus de Moncloa de la Universidad Complutense de Madrid, sin embargo, en un principio se pensó ubicarla en el Parque del Retiro y sigue siendo el lugar más adecuado, en opinión de muchos ( por su reubicación) hasta la actualidad.
La artista y autora realizó varias réplicas de la escultura "los Portadores de la Antorcha" a partir de su original en yeso. Una se encuentra en Madrid, otra está ubicada en la ciudad de Valencia. También existe una réplica en La Habana ( Cuba ) , y el resto están dispersas en diferentes instituciones culturales de Estados Unidos, otro detalle importante, es que la escultura de Madrid, es de aluminio, y el resto están realizadas en bronce.
La obra está planteada como un homenaje a la civilización occidental y la permanencia de sus valores, como la cooperación, el sacrificio, el valor, etc. ( con sus aciertos y desaciertos) a lo largo de la historia; por ese motivo tiene ese aire claramente épico, acorde con la trascendencia del tema abordado, y su influencia del arte clásico, como manifiesta en el hecho de que las figuras aparezcan desnudas. El material empleado es de aluminio.
El grupo escultórico es una verdadera exhibición del movimiento, así como de un alto nivel de calidad técnica, que recuerda a los grandes clásicos del arte de la escultura. Impresiona el movimiento del caballo, pero al mismo tiempo su naturalidad, prueba del innegable conocimiento de Ana Hyatt Huntington, en la representación animal.
Un hombre mayor agonizante yace en el suelo, mientras un joven jinete intenta refrenar su caballo para recoger la antorcha que aquel entrega, no sin muchas dificultades, pues, el Hombre caído, completamente agotado, ni siquiera tiene fuerzas para mirar por última vez, al nuevo Hombre- jinete, cuando entrega la antorcha, que se encuentra precisamente en el centro de la obra escultórica, convirtiéndose en una gran fuerza de interpretación, análisis, reflexión, y simbolismo.
Con respecto al pedestal, se trata de una plataforma circular de piedra de granito, en la que hay instalada una inscripción de bronce con la siguiente leyenda, en español y en inglés:
"El Hombre lleva la sagrada antorcha de la fidelidad por las candentes arenas del desierto de los tiempos. La mujer lleva la maternidad como antorcha sublime en su camino. Con ambas luces llevan a su término la incansable tarea de las almas, hasta la eterna puerta de los cielos, ante del gozo de Dios arrebatados."
Mediante la heroica escena de la obra escultórica "Los Portadores de la Antorcha" de Ana Hyatt Huntington, con una fuerte carga simbólica, se representa la transmisión, generación a generación, del saber y del conocimiento, dónde cada ser humano tiene la oportunidad de recoger la antorcha y, llevarla muy lejos, como así dice en su blog "Arte, Historia y curiosidades" el historiador Julio Asunción : "todos hemos de estar dispuestos a recoger la antorcha y la seguirá portando cumpliendo así la misión civilizadora del ser humano."
El pedestal, se trata de una plataforma circular de piedra de granito, en la que hay instalada una inscripción de bronce con la siguiente leyenda, en español y en inglés:
"El Hombre lleva la sagrada antorcha de la fidelidad por las candentes arenas del desierto de los tiempos. La mujer lleva la maternidad como antorcha sublime en su camino. Con ambas luces llevan a su término la incansable tarea de las almas, hasta la eterna puerta de los cielos, ante del gozo de Dios arrebatados."
Daños que ha sufrido la escultura
El monumento se convirtió en un símbolo de la nueva Ciudad Universitaria reconstruida totalmente tras ser dañada en la Guerra Civil. Durante unos pocos años el monumento situado en una gran plaza de aspecto solemne, acogió algunos actos oficiales de reafirmación del hispanismo y se convirtió en escenario de la entrega de premios del sindicalismo universitario franquista.
Tras el fin de la dictadura, la estatua (que es un trabajo artístico de primer nivel sin connotaciones políticas) ha sufrido numerosas acciones vandálicas imposibles de justificar que han obligado a cercar el conjunto. Durante años la escultura, símbolo del conocimiento, ha sido dañada de diferentes formas vandálicas, pero, el año 2011, robaron la antorcha, cuando recién llevaba 48 horas restaurada.
Tres años después, en el año 2014, el conjunto escultórico es nuevamente saqueado, pues es despojada de la tea, el emblema e insignia de la transmisión de la sabiduría, a través de los años y siglos ... Fue restaurada otra vez, en el año 2017.
Simbolismo de la escultura con el paso del tiempo
- Con la llegada del desarrollismo, la antigua plaza de medicina, utilizada para grandes desfiles, misas de campaña, y paradas militares, fue perdiendo este carácter simbólico. La llegada de la gran escultura marca el comienzo de la compartimentación del espacio, que se incrementará para dificultar los numerosos actos de protesta (manifestaciones y revueltas estudiantiles) en la Universidad
- La belleza de la escultura es indudable, pero, es el significado y , el simbolismo donde radica su esplendor y sublimidad, sin llegar a tener sentimientos o intenciones de superioridad, o, algún rasgo de supremacía de algunos hombres y mujeres _sobre otros_ , es todo lo contrario, pues el Hombre que está agonizando y transmite el conocimiento hace un último esfuerzo físico y, mental, para lograr entregar la antorcha (de fuego ) de luz y conocimiento, en las manos del “nuevo hombre” que empieza a vivir (se encuentra también desnudo y puro, como un recién nacido) cabalgando un hermoso caballo...
- La antorcha del conocimiento humano, no significa solamente victorias, éxitos, fortunas y aciertos, también es la transmisión del conocimiento de los fracasos, los errores, los dramas y las tragedias ( evitables o inevitables) , en la historia de la humanidad.
- Precisamente, puede ser que el saqueo y vandalismo constante (la última fue en el año 2014) contra la escultura y , la antorcha que se encuentra en el centro de la obra, sea una metáfora de nuestro tiempo, sin embargo, muchos ciudadanos, asociaciones y, medios de comunicación, han reclamado durante años, el deterioro y, abandono de este importante patrimonio de la ciudad de Madrid.
Enlaces de interés :
Bibliografía :
El Camino hacia la Cultura - César Vidal
Comprender los símbolos en la pintura - Françoise Barbe - Gall