El abrazo en la Puerta Dorada es una tradición piadosa muy difundida por apócrifos primitivos, como el Protoevangelio de Santiago y el Pseudo – Mateo.
En la Edad Media volvió a tener importancia, entre las poblaciones cristianas de Occidente, gracias a compilaciones como la Leyenda Dorada, aunque, en otras regiones del mundo, como las iglesias orientales, habían alcanzado gran difusión durante los primeros siglos del cristianismo, pues ya eran conocidas y aceptadas, como parte de la historia de María y su hijo Jesús, y, prueba de ello, son las diversas manifestaciones artísticas, como el arte bizantino.
La tradición de la Leyenda Dorada, en Occidente, llegó por la difusión del cabalista francés Guillaume Postel (1510- 1581 ) quien lo tradujo al latín y lo publicó en el año 1552. Este tipo de representaciones, en que se ve a los padres de María besándose o, a veces, sólo se abrazan, empieza a hacerse común a principios del siglo XIV hasta mediados del s. XVI, pues a raíz de la Contrarreforma la popularidad de este Protoevangelio de Santiago y el Pseudo – Mateo, empieza a desvanecerse.
San Joaquín y Santa Ana, en la Puerta Dorada
La escena, en una de las puertas de Jerusalén llamada la Puerta Dorada, muestra el encuentro entre San Joaquín y Santa Ana. Los rostros se confunden en un beso, es el momento en el cual se considera que Ana concibe a la Virgen María.
Según las enseñanzas de la Iglesia, el nacimiento de la Santísima Virgen María, la Madre de Jesucristo, no fue un evento accidental u ordinario, porque desempeña un papel importante en la implementación del plan divino de salvación de la humanidad, que considera muchas de las profecías y prototipos del Antiguo Testamento como una indicación del nacimiento de la Madre de Jesús de Nazaret.
Tanto la Iglesia Católica como la Ortodoxa celebran en su año litúrgico a los santos Joaquín y Ana, y como fiesta propia el nacimiento de la Virgen María.
Nazaret es un pueblo pequeño, insignificante hasta el punto de que los judíos se referían a él hasta con cierto desprecio, diciendo: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?” (Jn 1, 46 ). En él viven Joaquín, de la casa de David, y Ana, pareja piadosa que ha llegado a una avanzada edad sin tener descendencia. Una sobrina de Ana, Isabel, también pasará a la historia, por ser la prima hermana de la Virgen María y madre de Juan Bautista.
La vida de esta pareja tiene aspectos de resonancias bíblicas: son patriarcas de una extensa fortuna, bien acomodados, dueños de ganados y tierras, pero señalados por el pueblo judío por la desgracia: no tenían hijos.
Joaquín y Ana, era una pareja de esposos que vivían en Nazaret, ciudad de Galilea. Ambos eran de familias nobles, descendientes de la casa de David, devotos sinceros de la ley de Moisés que gozaban de la estima del Señor. Sus virtudes personales y su misericordia hacia los pobres, eran conocidas: En las fiestas llevaban el doble de las primicias obligatorias, una parte para el Templo y, otra para los necesitados de la comunidad.
"No deberías”, dijo, “ presentar tus regalos porque no tienes hijos y, por lo tanto, te falta la bendición de Dios: debes tener algunos pecados secretos”.
Simultáneamente, un vecino le increpó diciendo:
“Por qué quieres sacrificar a Dios junto con nosotros ?” ¿No sabes que no eres digno de traer regalos al Templo, porque no dejarás descendencia en Israel?
Fue tal la humillación y el dolor que sintió Joaquín que desde allí mismo se fue huyendo de Nazaret hasta el desierto, junto a los pastores que cuidaban de su rebaño. Con el recuerdo de Abrahán en su mente, Joaquín no dejaba de orar y pedir para él una gracia semejante a la que había tenido el gran patriarca de Israel. A la oración continua, Joaquín añadió un ayuno de 40 días en la soledad del desierto, diciendo: “No comeré, y no volveré a casa. Mis lágrimas serán mi alimento para mí y el desierto mi casa, hasta que Señor Dios de Israel me escuche y me quite la condena”.
Una desdicha semejante agobiaba a Ana. Tan pronto le llegaron las noticias de lo sucedido a la puerta del Templo y de la decisión de Joaquín de marcharse humillado al desierto para no volver, dio grandes gritos diciendo: “soy la más miserable de todas las mujeres de Israel: ¡ Dios me rechaza, la gente me condena y mi marido me deja!” “¿Por qué gritar ahora: por ser viuda, por ser estéril o porque nadie me llamará madre?. Ana pasaba los días llorando.
Un día, estaba Ana retirada en el jardín de su casa sentada bajo un laurel cuando vio un nido de pájaros con pequeños gorrioncillos revoloteando en él. Se le llenaron los ojos de lágrimas una vez más y dirigió sus ojos al cielo pidiendo la gracia tantas veces implorada.
Cuando Ana gritaba con grandes voces, un ángel del Señor se le apareció y le dijo:
“Ana, Ana! Tu oración ha sido escuchada, tus penas han traspasado r las nubes y tus lágrimas han aparecido ante Dios. Concebirás y darás a luz a una hija que será bendita y a través de ella serán bendecidas todas las tribus de la tierra. Se llamará María".
Al escuchar las palabras angelicales, Anna se inclinó ante Dios y dijo:
"¡El Señor Dios vive! Si me nace un niño lo ofreceré para que sirva a Dios. Servirá y glorificará el santo nombre de Dios día y noche a lo largo de su vida." Después de eso, llena de innumerable alegría, Santa Ana fue rápidamente a Jerusalén para agradecer a Dios por su amable visita con oración.
Al mismo tiempo, un ángel se le apareció a Joaquín en el desierto y le dijo:
"Joaquín, Joaquín! Dios ha escuchado tu oración y te favorecerá con su gracia: tu esposa Ana concebirá y dará a luz a tu hija, y su nacimiento llenará de alegría el mundo entero. Y mira, te doy esta señal para que creas que es verdad lo que te estoy anunciando: ve a Jerusalén al templo de Dios y allí, en las puertas doradas, encontrarás a tu esposo Ana, a quien le he anunciado lo mismo."
Joaquín, asombrado por noticia y mensajero tan angelical, dando gracias a Dios desde lo más profundo de su corazón se apresuró a marchar adonde se le había indicado y allí, en el templo, encontró a Ana en la puerta dorada dando también gracias a Dios.
En el encuentro, la pareja se abraza con alegría; ambos se comunican los mensajes que de los ángeles habían recibido y, estaban felices por el don de Dios que, como había anunciado el ángel, era una niña, llamada a ser honrada por generaciones.
El Protoevangelio de Santiago y,
la transmisión de la tradición de "El abrazo en la Puerta Dorada"
Este evangelio apócrifo, conocida con el nombre de el Libro de Santiago, fue utilizado por Clemente de Alejandría y Orígenes.
El término "protoevangelio" fue mencionado por primera vez por Guillaume Postel en 1552 al considerarlo un prólogo del evangelio de Marcos.
- Vida de María hasta el nacimiento de Jesús. Narra la historia de la concepción milagrosa de María (capítulos I-V). Sus padres, Ana y Joaquín ya eran ancianos cuando Dios les concedió tener descendencia. Después relata la infancia de María (VI-VII), quien es puesta bajo el cuidado del templo desde los tres años de edad. Se casa con José, quien se compromete a protegerla y a respetar su virginidad.
A mediados del siglo XIX , el texto apócrifo del Protoevangelio de Santiago, fue investigado, estudiado y fijado definitivamente por el teólogo alemán Konstantin von Tischendorf (1815 - 1874) , quien utilizó 18 manuscritos diferentes, además de testimonios indirectos.
Los Papiros Bodmer ( de vital importancia, en relación a este tema ) no sólo contienen los textos apócrifos, sobre el Evangelio de la infancia, de Santiago, además contiene un lexicón griego latino para algunas cartas de Pablo, Hechos de los apóstoles , los fragmentos más antiguos del Evangelio de Lucas, también los fragmentos más antiguos del Evangelio de Juan, así como el Padre nuestro, más antiguo conocido, hasta la actualidad.
En enero, del año 2007, el empresario estadounidense Frank Hanna (quien compró una parte de los Papiros, a la Fundación Bodmer), presentó los papiros al papa Benedicto XVI. Desde entonces, estos papiros, se conservan en la Biblioteca Vaticana, hasta la actualidad. Tiempo después, en el año 2014, el papiro fue expuesto al público en el brazo de Carlomagno de la Plaza de San Pedro, en la Ciudad del Vaticano.
¿Mito o realidad? Qué se sabe de Ana y Joaquín, los abuelos de Jesús. ( BBC News )
Eugenio Cajés - Madrid, 1574 - 1634 y su obra : El abrazo en la Puerta Dorada
Eugenio Cajés ( Museo del Prado )
Joaquín y Ana se encuentran ante la Puerta Dorada
De los Papiros Bodmer, ¿las copias más antiguas del Nuevo Testamento? (En cuerpo y alma)
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